Es obvio que la puntualidad en una entrevista de trabajo es más que importante. Se trata de tu carta de presentación, ya que nuestros actos hablan más que nuestras palabras.
Sin embargo, es igualmente determinante que no nos excedamos de puntualidad. Lo ideal es que hagas acto de presencia unos cinco o diez minutos antes de la hora establecida. Presentarte mucho antes puede ser contraproducente.
Si hay algo más valioso que el dinero en una empresa, eso es el tiempo. Es posible que conforme se desarrolle la entrevista las condiciones o requerimientos del puesto de trabajo no se ajusten a las expectativas iniciales.
El candidato debe ser honesto, claro y sincero con aquello que sabe y con lo que no sabe hacer. Al final del camino solo está la verdad, por lo que comenzar una etapa profesional basada en medias verdades no es buena idea.
Una entrevista es tu carta de presentación definitiva en una organización. Si tenemos en cuenta que no suelen durar más de una hora, el tiempo de dar información al entrevistador es muy reducido.
Sobre ese feedback se basará gran parte de la decisión final, por lo que debemos tener especial cuidado en nuestra entonación, preguntas no procedentes o presentación física.